En el mercado se encuentran tipos y calidades muy distintos de turbas altas. Entre otros aspectos, las características de la turba dependen de la profundidad y del método de extracción, así como de las circunstancias climáticas de la turbera. En sentido descendente, en el perfil de una turbera encontramos los tipos siguientes:
Turba de esfagno
La turba de esfagno se compone de esfagno reciente poco descompuesto y capaz de absorber de 10 a 12 veces más agua que su peso. Tiene un color claro y consta prácticamente por completo de diferentes tipos de sphagnum. Como la turba de esfagno es un material orgánico relativamente reciente, se descompone más rápidamente que otros tipos de turba más antiguos. La turba de esfagno procedente del norte de Europa actualmente se utiliza sobre todo para los substratos para macetas más caros.
Mantillo de turba
El humus o mantillo de turba se obtiene de la capa más alta de la turbera. Este producto es de color marrón claro y está poco descompuesto. El mantillo de turba puede absorber agua en una proporción mínima de 8 veces su peso. La absorción y evacuación del agua se producen con más lentitud que con la turba de esfagno. Según el método de extracción, hay disponibles distintos tipos de mantillo de turba, a saber: mantillo fino, normal y grueso. Los mantillos finos se obtienen por el método de extracción horizontal. Este método consiste en fresar, secar y finalmente recoger la turba por capas y es, con diferencia, el más barato. Para obtener mantillo grueso hay que utilizar un método de extracción vertical, que resulta más caro.
Turba gris
La turba gris se obtiene de la capa que queda entre la turba rubia y la negra. Esta capa está más descompuesta que la turba rubia y su color se encuentra entre el de la turba rubia y el de la negra. La turba gris retiene menos agua que el mantillo de turba y la turba de esfagno.
Turba de jardinería
La turba de jardinería es una materia prima importante en la industria de los substratos para maceta y se obtiene de la congelación de la turba negra mojada. La calidad de la turba de jardinería depende del grado de congelación. La congelación de la turba negra provoca una mejora en la capacidad de retención de agua y reduce la tendencia al encogimiento. En cuanto se seca, la turba de jardinería es capaz de retener, por lo menos, el agua equivalente a cuatro veces su peso. La turba de jardinería es de color marrón oscuro, lo cual indica que se encuentra ya en un estado de putrefacción avanzado. Contiene muchas partes finas de forma que tiene un contenido de aire relativamente bajo.
Turba negra (no helada anteriormente)
La turba negra no helada anteriormente no es adecuada como substrato para macetas porque tras secarse se encoge mucho y absorbe muy poca agua. Si se seca mucho forma una turba muy dura (turba aglomerada) que se puede utilizar como combustible.